Las redes neuronales acertan en la elaboración de métodos criptográficos.
En uno de sus ultimos experimentos Google Brain ha creado dos inteligencias artificiales que desarrollaron su propio algoritmo criptográfico para proteger sus mensajes de una tercera AI, que estaba tratando de evolucionar su propio método para romper la criptografia generada por las otras dos IA. El estudio fue un éxito: las dos primeras IA aprendieron a comunicarse de forma segura desde cero.
El equipo de Google Brain (que tiene base en Mountain View y está separado de Deep Mind en Londres) comenzó con tres redes neuronales desarrolladas desde cero llamadas Alice, Bob y Eva. A cada red neuronal se le dio un objetivo muy específico: Alice tuvo que enviar un mensaje seguro a Bob; Bob tenía que tratar de descifrar el mensaje; Y Eve tuvo que intentar escuchar el mensaje y tratar de descifrarlo. Alice y Bob tienen una ventaja sobre Eva: pueden comunicar con una clave secreta compartida (es decir, la encriptación simétrica).
Es importante destacar que a las IA no se les dijo cómo cifrar las cosas, o qué técnicas de criptografía usar: sólo se les dio una función iniciál, y luego se les dejó poner en marcha.
Alice, Bob y Eve compartieron la misma arquitectura de redes neuronales de "mezcla y transformación", pero fueron inicializadas independientemente y no tuvieron otra conexión que Alice y la clave compartida de Bob. Los parametros que se les dieron fueron para Alice la clave y el texto claro, Para Bob la clave y el texto cifrado, y para Eva, sólo el texto cifrado.
Los resultados fueron un mixto de errores y exitos. Algunas ejecuciones fueron un fracaso completo, con Bob nunca capaz de reconstruir los mensajes de Alice. La mayor parte del tiempo, Alice y Bob lograron desarrollar un sistema en el que podían comunicarse con muy pocos errores. En algunas pruebas, Eva mostró una mejora con respecto a la suposición aleatoria, pero Alice y Bob generalmente respondieron mejorando su técnica de criptografía hasta que Eva no tuvo ninguna oportunidad.
Los investigadores no realizaron un análisis exhaustivo de los métodos de encriptación ideados por Alice y Bob, pero para un entrenamiento específico, observaron que era dependiente de la clave y del texto.
La Singularidad no está a la vuelta de la esquina
En conclusión, los investigadores Martín Abadi y David G. Andersen dijeron que las redes neuronales pueden, de hecho, aprender a proteger sus comunicaciones, simplemente diciéndole a Alice que valore el secreto por encima de todo, y lo importante es que el secreto puede obtenerse sin prescribir un cierto conjunto De algoritmos criptográficos.
Sin embargo, hay más de la criptografía que el cifrado simétrico de datos, y los investigadores dijeron que el trabajo futuro podría considerar la esteganografía (ocultar datos dentro de otros medios) y el cifrado asimétrico (clave pública). En cuanto a si Eva podría llegar a ser un adversario decente, los investigadores dijeron: "Aunque parece improbable que las redes neuronales se hicieran grandes en el criptoanálisis, pueden ser bastante eficaces en la comprensión de los metadatos y en el análisis del tráfico".